De fútbol y de conducir en este país todo el mundo es casi experto, pero no es así. De hecho se producen errores fundamentales y falsos mitos que, normalmente por desconocimiento, van calando en nuestra sociedad hasta que ciertamente los creemos. Lógicamente no hablaremos de fútbol, pero sí podemos aportar algunas ideas sobre la Seguridad Vial siempre enfocadas a los motoristas, que es lo nuestro.
Por ejemplo, ¿crees que por ir despacio ya no podemos sufrir un accidente de graves consecuencias? O, al revés, ¿el ir más rápido conlleva necesariamente un impacto a mayor velocidad?
La confusión habitual radica en creer que por ejemplo en ciudad al ir más despacio el riesgo de sufrir un fuerte impacto desaparece. Muchas veces los ciclistas no llevan casco y te lo justifican diciendo que van lentos o que no alcanzan altas velocidades… Conductores de ciclomotor menos protegidos por el mismo motivo o motoristas que si van por ciudad reducen su nivel de alerta por no entender que exista un verdadero riesgo.
Sin duda la velocidad es clave en un accidente, pero la clave está en el “tipo” de accidente que se produce. Básicamente resumiremos en tres: Por alcance, fronto-lateral y frontal. Esa es la diferencia fundamental que todo conductor de motocicleta (y de cualquier vehículo) debe conocer.
En el accidente “por alcance” un vehículo colisiona con otro en su parte trasera, por lo que la velocidad de impacto es la resta de ambas. Por ejemplo, un vehículo que circula a 60km/h es alcanzado por otro que circula a 80km/h; el resultado es un impacto a 20km/h. Posteriormente en una motocicleta se produce la caída con las nefastas consecuencias que ello produce y que ahora no comentamos.
En un accidente “fronto-lateral” un vehículo colisiona con el lateral de otro con su parte delantera, por lo que la velocidad de impacto es la velocidad del que impacta y el otro se le considera quieto. Por ejemplo, salimos con nuestra moto de un semáforo a 10 km/h y otro vehículo que se salta un semáforo nos arrolla a 50 km/h; la velocidad del impacto que sufren es de 50 km/h, aunque la moto vaya despacio en este caso no se libra de un impacto que equivale a caer de un tercer piso de altura.
El peor de todos es el accidente “frontal” que se da cuando dos vehículos colisionan con sus partes delanteras. En este caso, muchos de vosotros ya lo habréis resuelto, las velocidades se suman. Por ejemplo, si conducimos tranquilos por una carretera con nuestra moto a 70 km/h y otro vehículo nos impacta a 80 km/h el resultado es un accidente a 150 km/h; insalvable.
¿Puede una bici sufrir un accidente importante en la ciudad aunque circule a 5 km/h por hora? ¿Qué son más peligrosas, las autopistas o las carreteras con doble sentido de circulación? ¿Por qué seguimos sufriendo graves accidentes en ciudad con cruces regulados por semáforos? Estas preguntas ya podéis responderlas. El tipo de impacto define la velocidad del accidente, por lo que nuestra velocidad no es lo único que cuenta cuando conducimos nuestra moto.
Como veis hemos utilizado velocidades moderadas y siempre dentro de la legalidad. No por conducir dentro de los límites legales desaparece el riesgo. La mejor manera de ir seguro en moto es conociendo los riesgos y saber evitarlos, esa es la verdadera Seguridad Vial.